NAVIERA ARMAS

 

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Los investigadores del Instituto Universitario EcoAqua de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Alicia Herrera, Ana Ŝtindlová, Ico Martínez, Jorge Rapp, Vanesa Romero-Kutzner, Ted Packard y May Gómez han realizado una investigación sobre la la ingestión de microplásticos en caballas (Scomber colias) de aguas costeras de Canarias. Este trabajo se ha realizado en colaboración con investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y de la Universidad de Delaware (USA). 

Este trabajo ha sido publicado recientemente en la revista científica especializada en contaminación marina ‘Marine Pollution Bulletin’. El estudio revela que 94 de 120 caballas compradas en cofradías de Lanzarote y Gran Canaria, es decir casi el 80%, contenía microplásticos en el estómago. En total se encontraron 260 microplásticos, la mayoría fueron fibras (74%), pero además se encontraron fragmentos plásticos (12%), restos de pintura (12%) y trozos de redes de pesca y de films (2%).

Al comparar con otros estudios realizados en distintas partes del mundo se observa que las cantidades encontradas son similares a las que presentan peces de zonas altamente contaminadas como el Mediterráneo, puertos o zonas costeras de Asia o estuarios cercanos a zonas urbanas. Una posible hipótesis planteada sobre la cantidad de fibras presentes en los peces son los vertidos de aguas residuales que llegan al mar sin tratar o con un tratamiento que no logra retener la mayoría de las partículas. Los autores plantean realizar futuros estudios para poder determinar el origen de estos microplásticos.

Si bien los autores señalan que en el caso de las caballas no se consumen las vísceras, con lo cual no representa un riesgo de ingestión directa a través del consumo de pescado, cada vez es mayor la preocupación debido a que los microplásticos contienen contaminantes químicos asociados y se desconocen aún los efectos que pueden tener en los organismos.

Otro dato interesante, y similar a lo encontrado en estudios en peces, es que la gran mayoría de los microplásticos encontrados son de color azul. Una posible explicación es que los peces ingieran estas partículas confundiéndolas con su alimento, en este caso copépodos de color azul que representan un gran porcentaje de su dieta. 

Es el primer estudio que documenta la presencia de microplásticos en peces en Canarias.Una posible hipótesis sobre la fuente de estos microplásticos es que provengan de las aguas residuales que llegan al mar sin depurar, por lo que los autores proponen realizar estudios para determinar su origen.