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NAVIERA ARMAS

 

corea

Canarias busca convertirse en el productor de algas de Europa, una vez que Archipiélago y Corea comparten su conocimiento y experiencia en economía azul. Está claro que el Archipiélago tiene potencial de sobra para convertirse en uno de los principales productores de algas para Europa. Las óptimas condiciones de las aguas canarias propician la producción de numerosos organismos acuáticos, como las macroalgas, con propiedades beneficiosas desde el punto de vista nutricional. 

Canarias no puede competir en cantidad, pero sí en calidad. Además de investigación y desarrollo tecnológico, solo resta que las empresas den el salto definitivo en las Islas para apostar por un nicho de mercado que genera entre 11.000 o 12.000 millones de dólares anuales – entre 9.700 y 10.600 millones de euros- y que cuenta con un crecimiento anual de la demanda entre el 3% y 5%.

La firma del acuerdo de cooperación entre el Instituto Nacional de Ciencias de la Pesca de Corea (NIFS por sus siglas en inglés) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el marco del Ocean Forum, un encuentro desde hace años acerca las posiciones de España y Corea en economía azul, sienta las bases para el intercambio de experiencias y profesorado en esta materia. El rector de la ULPGC, Rafael Robaina , destacó que el acuerdo servirá de «empujón» para desarrollar en el Archipiélago una industria fundamentada en la explotación de recursos marinos. El presidente de NIFS, Jang-Woo Seo, resaltó, por su parte, las avanzadas investigaciones de Canarias en economía azul, lo que propiciará el intercambio en tecnología sostenible, acuicultura y respeto al medio ambiente.

El «interés común» es el punto de partida desde el que van a trabajar Corea y Canarias para el desarrollo de líneas de investigación en economía azul. Robaina indicó que, por ejemplo, el campo de las algas marinas es «un mercado tradicional de consumo y producción», por lo señaló que a partir de ahora se podría «importar» a Europa la experiencia coreana en ese área. El continente europeo es un consumidor masivo de algas, sin embargo no produce ni un 1% de lo que se consume en el mercado. «La experiencia de ellos nos tiene que servir para ese desarrollo», apuntó. «Si no», agregó, «me atrevería a decir que para que algunas empresas coreanas se establezcan en ese entorno».