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Ayer, domingo, 13 de octubre, entraron en vigor las enmiendas a un tratado internacional destinado a prevenir la propagación de especies potencialmente invasivas a través del agua de lastre de los buques.

El agua se utiliza como lastre de forma habitual en los buques para mantener la estabilidad y la integridad estructural. Esta agua de lastre puede contener miles de especies acuáticas, incluso en forma microscópica o larval. Si al final del trayecto el agua de lastre es liberada sin ser tratada en una nueva zona, las especies transportadas pueden convertirse en invasivas y suponer una amenaza para las especies de los ecosistemas locales.  

El Convenio internacional para el control y la gestión del agua de lastre y los sedimentos de los buques, 2004 (Convenio BWM) fue adoptado por la Organización Marítima Internacional (OMI), una agencia especializada de las Naciones Unidas, para abordar este problema.

El Convenio BWM entró en vigor en 2017. Las enmiendas formalizan un calendario de implantación para asegurar que los buques gestionan su agua de lastre para cumplir con una norma específica ("norma D-2", ver abajo.) con el objetivo de asegurar que los organismos viables no se liberen al mar en nuevas zonas áreas. También en virtud de estas enmiendas, el Código para la aprobación de los sistemas de gestión del agua de lastre adquirirá carácter obligatorio, que establece cómo los sistemas de gestión de agua de lastre utilizados para lograr el estándar D-2 deben ser evaluados y aprobados.

Esto ayudará a garantizar que los organismos acuáticos y los patógenos se eliminen o se vuelvan inofensivos antes de que el agua de lastre se libere en una nueva ubicación, y evitará la propagación de especies invasivas y patógenos potencialmente perjudiciales.

Las enmiendas al Convenio BWM se adoptaron en abril de 2018. En esencia, el calendario de implantación que ha sido acordado por el MEPC significa que el cumplimiento de la norma D-2 se aplicará de manera gradual a lo largo de tiempo para cada uno de los buques, hasta el 8 de septiembre de 2024. De esta manera, cada vez habrá más buques que cumplan con la norma D-2. 

En muchos casos, el cumplimiento del estándar D-2 se logrará mediante la instalación de sistemas de gestión del agua de lastre. Ahora hay muchos sistemas aprobados en el mercado, que van desde aquellos que utilizan métodos físicos como la luz ultravioleta para tratar el agua de lastre, hasta aquellos que usan sustancias activas (productos químicos). Aquellos que usan sustancias activas tienen que pasar por un proceso de aprobación adicional exhaustivo. (Puede encontrar una lista de sistemas aprobados aquí).

Otras enmiendas al Convenio BWM que entrarán en vigor el 13 de octubre de 2019 se relacionan con la encuesta y la certificación.

Norma D-2: La norma D-2 especifica que los buques solamente pueden descargar agua de lastre que cumpla los siguientes criterios:

  • menos de 10 organismos viables por metro cúbico cuyo tamaño mínimo sea igual o superior a 50 micras;
  • menos de 10 organismos viables por mililitro cuyo tamaño mínimo sea inferior a 50 micras e igual o superior a 10 micras;
  • menos de 1 unidad formadora de colonias (ufc) por 100 mililitros o menos de Vibrio cholerae toxicógeno;
  • menos de 250 ufc por 100 mililitros de Escherichia coli; y
  • menos de 100 ufc por 100 mililitros de Enterococos intestinales.