NAVIERA ARMAS

 

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Las autoridades de vigilancia marítima de islas Bermudas y la Guardia Costera de Estados Unidos han advertido esta semana acerca de la aparición de un segundo trozo de sección del dique seco que se perdió en septiembre de 2017, el trasladado a Tenerife desde Nueva Orleans. Esta segunda pieza fue detectada a 280 millas al sur de las Bermudas. 

El dique seco, de 80.000 toneladas de peso y que medía 270 metros de eslora y 78 metros de manga, lo habría comprado una empresa italiana que se llama Palumbo a fin de crear un astillero en el puerto de Santa Cruz de Tenerife especializado en buque de alta capacidad. A mitad de travesía, hubo un accidente y se partió. Tal y como desveló ABC, meses después apareció un trozo de dique en Bermudas. Ahora, se ha sumado una segunda sección de dique en el Triángulo de las Bermudas.

La Guardia Costera de los Estados Unidos está al tanto del último avistamiento y ha emitido un aviso oficial a los marinos. Ha pedido que cualquier avistamiento adicional se envíe a su centro de Miami y a Bermuda por radio para hacer seguimiento de sus posiciones. La sección del dique seco se estima que mide unos cinco metros de ancho, cuatro metros de alto y diez metros de largo. Está semisumergido.

El gobierno de Bermudas y empresas de ocio náutico del Caribe han expresado su alarma porque los trozos detectados están a la deriva en esa área. En Tenerife se dijo que el dique se había partido y hundido en la totalidad. En mayo emergió un trozo y en agosto de 2018 ha aparecido un segundo. Ya hay dos trozos flotando. La empresa habría optado por abandonar la operación y asumir las pérdidas en Tenerife.

El problema es que este dique está a la deriva, no tiene reflectantes nocturnos y puede colisionar con cualquier embarcación que tenga activado el piloto automático. La organización que vela por la seguridad costera de Estados Unidos ha instado a los navegantes que extremen la vgilancia.

El dique flotante salió desde Nueva Orleans en septiembre e iba remolcado a Tenerife cuando, supuestamente, el huracán Irma provocó la ruptura de amarres. A Tenerife llegó solamente la mitad remolcado por un buque. En marzo está una parte en el Puerto de Granadilla. El remolcador que lo trajo, de bandra de Liberia, se fue después al puerto de Las Palmas y esta semana se encontraba frente a la costa de Brasil.

Este agosto, un hidroavión que estaba siendo utilizado por una universidad de Estados Unidos para una investigación oceanográfica fue abandonado a 250 millas al oeste suroeste de Bermudas después de un amerizaje de emergencia tras golpear con un objeto durante el despegue, que dañó el frontal de la aeronave.

Tras anunciar ese incidente, sin mencionar la existencia o no de relación entre el dique flotante que iba a Tenerife y ese accidente aéreo, la Guardia Costera de los Estados Unidos alertó a los marineros sobre una gran sección de dique seco» descubierta a 280 millas al sur de Bermuda. Un buque de guerra de Estados Unidos socorrió a los científicos y trrpulantes hasta que llegó una unidad aérea de la Guardia Costera norteamericana.

Las autoridades de Bermuda han indicado este mes de agosto que «no hay planes para salvar el dique flotante en este momento, debido a la distancia. Si la amenaza entra en aguas territoriales de las Bermudas, el departamento tomará las medidas adecuadas». Al estar en aguas internacionales, Bermuda no tiene la capacidad de recuperar el dique seco flotante.