NAVIERA ARMAS

 

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Alberto Villalobos es el presidente de FEMETE (Federación Provincial de Empresas del Metal y Nuevas Tecnologías de Santa Cruz de Tenerife). En esta entrevista, analiza el momento por el que atraviesa el sector de las reparaciones navales en la isla de Tenerife.

-Los grandes puertos de Tenerife presentan desde hace unos años una imagen singular, con un gran número de embarcaciones del sector del oil&gas en sus muelles o en fondeo.

-El sector de las reparaciones desapareció prácticamente del todo en Tenerife hace unas dos décadas. Gran Canaria se quedó con toda la actividad, pero hace tres años se ha ido recuperando poco a poco gracias a las gestiones de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y a Hidramar, empresa afincada en Gran Canaria que ha creado Tenerife Shipyards, empresa que ha recuperado la actividad en Tenerife. Desde FEMETE vimos claramente que se abría una gran ventana de actividad económica y de creación de empleo. Para afrontar este reto, era necesario poner en marcha algunas iniciativas. En un primer momento, reactivamos a empresas especializadas en el sector del metal vinculadas a la construcción y que anteriormente trabajaban con el sector naval y con CEPSA. Ahora se les presenta una gran oportunidad. Hay que tener en cuenta que cualquier reparación naval requiere especialización, pero más aún si cabe el sector del oil&gas. Tanto en tareas de soldadura como de pintura y en reparaciones de todo tipo, las grandes compañías internacionales de este sector exigen un alto nivel de cualificación y calidad. Las plataformas y buques perforadores tienen que renovarse cada cinco años. Son como naves espaciales en el mar y tienen que cumplir unos estándares de seguridad muy exigentes.

-Desde FEMETE se insiste especialmente en la necesidad de que los canarios se formen en reparaciones navales para aprovechar el nicho de empleo que se está generando en los puertos.

-Si nos preguntan si hay soldadores en Tenerife diremos que sí, que por supuesto, hay soldadores en Tenerife, pero para que puedan trabajar con el sector offshore tienen que adquirir conocimientos específicos. Estamos hablando del mayor rango de exigencia industrial. Es necesario obtener certificaciones internacionales que acrediten la competencia y aptitud de los trabajadores. Nosotros hemos puesto en marcha cursos con ayuda del Servicio Canario de Empleo y del Cabildo de Tenerife. El objetivo es generar lo antes posible mano de obra cualificada para poder cubrir con residentes canarios este nuevo nicho de empleo. Actualmente las necesidades del sector offshore se cubren sólo en parte con mano de obra local, pero se sigue dependiendo de especialistas foráneos.

-También FEMETE ha promovido la unión de las empresas en ATIREN, la Asociación Tinerfeña de Reparaciones Navales.

-Sí, conjuntamente con la empresa Tenerife Shipyards, que fue la que propuso la creación de esta asociación en 2015. Nos unen intereses comunes y ya son unas 30 las empresas asociadas bajo el paraguas de FEMETE.

-¿Considera usted que tiene futuro el sector de reparaciones navales en Tenerife? Todo indica que los buques offshore que están llegando ahora lo seguirán haciendo durante los próximos años.

-Sí, sin duda. Hay que admitir que esta oportunidad de futuro se nos presenta porque el Puerto de Las Palmas está ya desbordado de tanta actividad. Era necesario otro puerto cercano. Y en Tenerife hay espacio en Santa Cruz y en el Puerto de Granadilla. Las plataformas que operan ahora mismo en el oeste de África sólo cuentan con dos puntos estratégicas para mantenimiento o reformas de gran nivel: Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, y Canarias. Son los puntos más cercanos. Si cada seis meses necesitan reparaciones y cada cinco años requieren reformas en profundidad, aquí nos van a llegar todos los años cerca de 50 embarcaciones. Entre tres y diez millones de euros se factura por reparaciones, es decir, hay dinero, hay actividad y es necesario estar preparados para cubrir esa nueva demanda de empleo en Canarias. En estos momentos, Tenerife cuenta con unos cien trabajadores preparados ya para cubrir servicios en el sector offshore, pero hacen falta otros cuatrocientos o quinientos más.