Raúl García Brink es coordinador técnico de Desarrollo Económico, Soberanía Energética, Clima y Conocimiento del Cabildo de Gran Canaria. La suya, desde la Institución Ferial de Canarias, es voz autorizada para evaluar el impacto y la relevancia del próximo Congreso Internacional de Bandera Azul. Sostenibilidad, Salud y Seguridad, que co-organizan la propia Infecar y la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), los días 2, 3 y 4 de noviembre (la última de estas jornadas se dedicará a la organización de talleres prácticos en Las Canteras).  El Cabildo de Gran Canaria promueve un congreso que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de las concejalías de Turismo y Ciudad de Mar. García Brink expone la visión del Cabildo en torno a la cumbre con Bandera Azul y las playas grancanarias.

¿Qué supone para la isla ejercer de anfitrión en este evento?

Para nosotros es muy importante. Todos sabemos que las banderas azules son una medida de servicio. También supone que nos consolidamos como referencia en Canarias y en el Estado en el ámbito de la Bandera Azul. Cuando se planteó la posibilidad de tener este congreso aquí pusimos todos los medios para poderlo tener.

¿A qué directrices atiende el Cabildo a la hora de establecer un modelo de gestión de las playas, considerando el reparto de competencias existente sobre las mismas?

Salvo en áreas protegidas, el Cabildo no tiene competencias directas en las playas. Pero con un evento como este contribuimos a mejorar la calidad de la gestión. Por ejemplo, en la formación de los técnicos municipales y los gestores. Aunque no tengamos competencias directas sí que tenemos la obligación moral, dentro del  modelo de ecoisla que defendemos en este gobierno insular, de trabajar de alguna forma para tener unas playas que son importantes nuestro atractivo turístico.

En cuanto a la relación de Bandera Azul, con el turismo, ¿el desarrollo económico de Gran Canaria pasa ineludiblemente por una gestión sostenible de sus playas?

El futuro de Canarias, salvo que cambien mucho las cosas, y por mucho que trabajemos por la diversificación de la isla -que lo hacemos-, pasa por el sector turístico. Va a seguir constituyendo la columna vertebral a la que se vincula la prosperidad de esta isla. Las playas juegan aquí un papel importantísimo, porque son uno de nuestros grandes atractivos: y para eso debemos tener playas sostenibles, con un entorno saludable y seguro. Es nuestra obligación promover estas líneas de actuación. Y el sector turístico exige, desde el punto de vista de la competitividad, ofrecer unas playas con unos servicios que estén a la última en este sentido.

El congreso aborda la Sostenibilidad, la Salud y Seguridad como ejes en torno a los cuales se concibe el futuro de las playas. ¿Qué valoración hace las playas grancanarias respecto a estos tres conceptos?

Se ha avanzado mucho y se han hecho grandes esfuerzos en cuestiones como la calidad de las aguas. O la celebración cada año de la Feria Internacional del Mar, Fimar. Intentamos concienciar a la población de la necesidad de cuidar el entorno costero, porque de ahí depende una parte muy importante de la economía azul. Y, desgraciadamente, fenómenos como el de los micro-plásticos han tocado la fibra sensible del público. Los investigadores están haciendo un trabajo importante desde la ULPGC, divulgando ese conocimiento. Y eso hace que la población este cada vez más concienciada.

¿Qué puede aportar el sector privado al desarrollo económico en las costas?

Juega un papel fundamental. Y el modelo de ecoisla tiene también que definir a nuestro sector privado. Por un lado, está la responsabilidad social que ya asumen las empresas. Y después vemos que en muchos consejos de administración el orden del día se organiza por puntos relacionados con el desarrollo sostenible. Creo que ya existe un consenso generalizado en torno a estos objetivos. También sobre las playas.

Recientemente el Gobierno de Canarias emitió un informe sobre el impacto que tendrá el cambio climático en las costas canarias ¿Cómo prevé el impacto del cambio climático en las playas de la isla?

Hemos presentado proyectos a dos convocatorias europeas para la adaptación al cambio climático. Esta va a ser una cuestión fundamental. Ese informe, el proyecto PIMA (Plan de Impulso al Medio Ambiente) Adapta Costas Canarias, confirma una vulnerabilidad en Gran Canaria. Tendremos que ser inteligentes, y desarrollar soluciones basadas en la tecnología en aquellos lugares en los que no quede otro remedio reforzar infraestructuras, para evitar la intrusión de agua marina. Y abordar todo tipo de soluciones. Es un tema que nos preocupa: somos conscientes del esfuerzo que vamos a tener que hacer para preservar tanto como podamos nuestras playas.

Infecar será el centro del debate internacional en lo que atañe al presente y futuro de las playas. La institución sigue jugando un papel esencial en el turismo de congresos en la isla, ampliando incluso su actividad en estos años. ¿Cómo valora su rol actual?

Cuando llegamos a Infecar, estábamos en cuarenta eventos al año. Hoy vamos a llegar a los cien. Y probablemente superemos esa cifra. Lo que teníamos previsto por ingresos hace ya tiempo que se ha cubierto. Eso significa que estamos haciendo las cosas bien. Hemos reformado la sala Bandama, queremos hacer algo parecido en otras dos salas y tenemos contratado un nuevo pabellón de 8.000 metros cuadrados, que será un edifico singular de referencia en España.  Hoy estamos celebrando más ferias, unas diez al año. Infecar ha recuperado el lugar que nunca tuvo que perder.

La actualidad del Congreso Internacional de Bandera Azul. Sostenibilidad, Salud y Segu- ridad puede seguirse en https://lpabanderaazul.com/noticias/ y a través de los perfiles sociales de Bandera Azul.

El programa completo está disponible en https://lpabanderaazul.com/programa/.

La asistencia al congreso es gratuita, y la inscripción se puede formalizar en https://lpabanderaazul.com/formulario-inscripcion/.