NAVIERA ARMAS

 

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El Cabildo de Tenerife y Femete ponen en marcha la segunda edición de Tenerife Naval, un proyecto de formación y empleo en el sector de las reparaciones navales y plataformas offshore. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 400.000 euros y está subvencionada por el Cabildo a través del Marco Estratégico de Desarrollo Insular (MEDI) y el Gobierno de Canarias a través del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan).

La segunda edición de Tenerife Naval se ha diseñado para que al menos cien personas desempleadas se cualifiquen en el ámbito de las reparaciones navales (soldadura con electrodos revestidos, TIG y MIG-MAG, soldadura subacuática, seguridad y prevención de riesgos laborales) y en competencias marinas para que tengan la oportunidad de acceder a una ocupación con elevadas perspectivas de conseguir un puesto de trabajo.

El proyecto se dirige prioritariamente a personas desempleadas que acrediten Formación Profesional de primer o segundo grado, o un certificado de profesionalidad relacionado con el sector o universitarios/as. Se priorizará en la selección a las personas desempleadas de los proyectos Tenerife Naval I (Cabildo de Tenerife) y el Servicio de Formación Naval (Fifede) que aún no han encontrado un empleo para que sigan completando su itinerario formativo.

Además, se valorará la participación de los adultos que acrediten experiencia profesional en el sector, pero que tengan un escaso nivel de estudios, a las mujeres con escasa representación en estas ocupaciones, a personas desempleadas de larga duración, a los jóvenes menores de 30 años y a los inmigrantes, que habiendo superado el proceso de selección acrediten un nivel de compromiso, una alta motivación y un perfil profesional y personal adecuado para cada tipo de acción formativa.

Este sector destaca en Tenerife porque presenta unas perspectivas económicas de crecimiento muy importantes. Por ejemplo, una plataforma petrolífera debe pasar cada cuatro años por una revisión para cumplir los criterios de seguridad, al igual que ocurre con los aviones. El coste de esa revisión para las plataformas más pequeñas oscila entre los tres y los cinco millones de euros. La inspección de una grande supera los 30 millones de euros. A esto hay que sumarle el gasto del arreglo si se detecta alguna avería y las tasas portuarias, que suponen unos ingresos de 1,5 millones de euros. Teniendo en cuenta estas cifras, la llegada al puerto de Santa Cruz de Tenerife de cinco plataformas solo para una revisión rutinaria dejaría en la Isla unos 150 millones de euros, sin contar tasas ni arreglos. De esta forma, el puerto capitalino puede ser el lugar ideal para captar a las más de 180 plataformas que operan en Guinea y que tienen que ser revisadas cada cuatro años, así como para la supervisión de los buques procedentes de Europa y Asia.