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La nación insular atlántica de Cabo Verde espera crear una zona de libre circulación de personas y productos, con las regiones de Canarias, Madeira y Azores, en palabras del primer ministro Ulisses Correia e Silva, el pasado lunes.

Cabo Verde, compuesto por 10 islas situadas en la costa oeste de África, espera con esta iniciativa impulsar el crecimiento económico y el turismo. Ello podría verse aún más favorecido, si se tienen en cuenta los planes del gobierno de  eliminar todos los requisitos de visa para los viajeros europeos a partir de 2019.

"Nuestro objetivo es reforzar nuestros vínculos con la Macaronesia", dijo Correia e Silva a líderes empresariales y políticos en una conferencia en la ciudad costera portuguesa de Cascais.

Macaronesia es el término utilizado para describir a los archipiélagos atlánticos que incluyen las Islas Canarias, Cabo Verde, Madeira y las Azores, y que conforman uno de los principales destinos turísticos para los europeos.

"Estamos muy avanzados en nuestros esfuerzos por crear un marco legal para un área de libre circulación, de productos y personas, en la Macaronesia", comentó. "Nuestra integración económica con Europa pasa por la Macaronesia".

Cabo Verde, un archipiélago volcánico azotado por el viento, fue una colonia portuguesa hasta 1975 y todavía tiene vínculos estrechos con Lisboa, donde hay una gran comunidad de caboverdianos.

Ha tenido un crecimiento económico más fuerte que la mayoría de los países subsaharianos en el continente africano y en 2008 perdió su condición de país menos adelantado (LDN).

El Fondo Monetario Internacional ha suscrito que  el crecimiento de Cabo Verde en 2017 fue del 4% y espera que alcance el 4.3%  este año. Correia e Silva, cuyo gobierno asumió la responsabilidad en 2016, dijo que cumpliría la promesa de lograr un crecimiento anual del 7 por ciento.

El primer ministro dijo que Cabo Verde había aprobado legislación para abolir todos los requisitos de visa para los europeos y espera que la Unión Europea haga lo mismo.

"Somos una nación pequeña y no somos una amenaza para nadie", dijo. Cabo Verde tiene una población de 500,000, pero tiene grandes comunidades de emigrantes en Portugal y en otras partes de Europa.

Correia e Silva dijo que Cabo Verde estaba cambiando las leyes para facilitar la atracción de inversores extranjeros. Recientemente, se aprobó una ley para mantener cuentas de divisas y transferir fondos sin restricciones.

El país vincula su moneda local al euro, que circula libremente en la economía.

El primer ministro dijo que Cabo Verde también estaba trabajando para impulsar su posición como un centro de transporte aéreo, entre las Américas y Europa y África, así como también para convertirse en un centro digital para África