La consignataria Canarship atiende desde el pasado sábado en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife al buque perforador West Carina, unidad offshore propiedad de la multinacional Seadrill, que vuelve a confiar en los servicios del puerto tinerfeño para sus operativas de puesta a punto. El West Carina afronta este año un nuevo reto. A partir de septiembre, estará a disposición de Petrobras para perforar en aguas de Brasil, en el campo de Buzios. Para afrontar con garantías esta misión, Seadrill ha decidido recalar en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde ya tiene otra unidad, la West Jupiter. Ambas unidades serán objeto durante los próximos meses de trabajos de reparación, mantenimiento y puesta a punto. Seadrill ha firmado dos contratos de tres años con Petrobras por aproximadamente 549 millones de dólares para sus unidades West Carina y West Tellus. 

Desde Canarship, "se agradece que Seadrill siga depositando su confianza en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, lo que permitirá promover las actividades del sector offshore en este recinto". La consignataria ha expresado estos días su confianza en que "en un futuro, no muy lejano, este puerto vuelva a verse lleno de proyectos que generen una importante reactivación empresarial y una notable inyección económica para Tenerife y para todas las empresas que colaboran en la prestación de servicios al sector del oil&gas. Tenemos que estar a la altura de las necesidades de los armadores y de las grandes empresas del sector y poder así, de alguna manera, dejar de ser un puerto secundario y volver a ser un puerto de necesidad". Canarship expresa, además, su satisfacción por el hecho de que Seadrill mantenga la contratación de sus servicios en puerto como agente de confianza desde hace ya bastante tiempo.

El West Carina es un perforador de sexta generación que puede trabajar en aguas ultraprofundas. Fue construido en 2014 por los astilleros de Samsung Heavy Industries. Ha estado en Sri Lanka durante los últimos tres años, bajo bandera de Panamá. En su ruta hacia Tenerife realizó una escala en Walvis Bay (Namibia). Tiene capacidad para 200 personas, 228 metros de eslora y 60.514 toneladas brutas. Esta “sirena naranja” ha ganado un gran prestigio en el área offshore de Brasil tras culminar allí varios contratos. Ahora, tras su puesta a punto en Tenerife, volverá a zarpar rumbo a América.