NAVIERA ARMAS

 

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Una consultora tecnológica española, Headup Services, junto a su socio estratégico Hydrogen-Era, empresa especializada en tecnología de hidrógeno, desarrollan una innovadora tecnología, las oxidrogeneras, que ofrece beneficios significativos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de combustible.

Las oxidrogeneras son sistemas modulares que inyectan una mezcla de hidrógeno y oxígeno (conocida como gas HHO) en los motores marítimos. Este gas se produce mediante electrólisis del agua y se introduce en el sistema de combustión del motor, mejorando la eficiencia de la quema de combustible. Este proceso no solo reduce las emisiones contaminantes, sino que también optimiza el consumo energético, permitiendo operar de manera más económica y ecológica.

El uso de esta tecnología a bordo de los buques permite obtener importantes beneficios para el sector marítimo:

  • Ahorro en el consumo de combustible: Al mejorar la eficiencia de combustión, las oxidrogeneras ayudan a reducir el consumo de combustible hasta un 5% y por tanto los costes operativos de los armadores.
  • Reducción de emisiones contaminantes: Las pruebas llevadas a cabo han demostrado una disminución de hasta un 20% en las emisiones de gases contaminantes.
  • Adaptabilidad y escalabilidad: Estos sistemas son modulares, lo que facilita su instalación y adaptación a diferentes tamaños de barcos, desde yates y pesqueros hasta grandes buques mercantes.
  • Acceso a subvenciones: La instalación de oxidrogeneras a bordo puede clasificarse como una “mejora sostenible”, permitiendo a los armadores acceder a ayudas económicas de hasta el 50% del coste del proyecto. En algunos casos y para ciertos sectores, esta subvención podría alcanzar el 100%.

En Ferrol (Galicia) se han instalado oxidrogeneras en varios barcos pesqueros, obteniendo resultados positivos tanto en reducción de emisiones como en ahorro de combustible.

Según Headup Services, estos equipos modulares pueden ser una gran oportunidad para la descarbonización del transporte marítimo. Su escalabilidad permite cubrir las necesidades de grandes buques mercantes, contribuyendo a reducir su huella de carbono y alineándose con las normativas internacionales sobre emisiones.