El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha aprobado un Real Decreto por el que se regula la concesión directa de subvenciones para la promoción de las profesiones relacionadas con el sector marítimo.
Esta norma tiene como objetivo incentivar las vocaciones en este sector, que es de gran importancia tanto para nuestra economía como el transporte de mercancías, y que requiere de un volumen elevado de profesionales.
Para ello, se persigue dar una mayor difusión a la existencia de estas profesiones para la captación de vocaciones tempranas, así como promocionar entre los estudiantes el cursar los grados y los másteres habilitantes y, al mismo tiempo, facilitar el acceso a la formación a aquellos que opten por ellas.
La normativa española exige la realización de prácticas a bordo de buques durante determinados periodos para, junto con los estudios universitarios, poder acceder a las titulaciones profesionales.
A fin de facilitar este embarque de alumnos, se dispone una subvención de 1 millón de euros a la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), como entidad que distribuirá esos fondos entre las empresas navieras participantes.
Difusión cultural y patrimonial del sector marítimo
Para llevar a cabo la difusión de la existencia de las diversas profesiones, se conceden otras dos subvenciones de 50.000 mil euros a sendas organizaciones que llevan a cabo una promoción de la dimensión cultural del mundo marítimo, como son:
- La Fundación Correíllo La Palma, que se ocupa de la restauración y rehabilitación en condiciones de navegación del buque histórico del mismo nombre, verdadero recurso cultural y turístico único en España
- La Asociación para la Difusión del Patrimonio Cultural Marítimo Vasco (Albaola), que se articula en torno a un museo-astillero donde se construyen embarcaciones patrimoniales de madera ante el público y mediante técnicas y herramientas tradicionales.
Sus dos grandes proyectos actuales son construir la réplica de la nao ballenera San Juan, hundida en 1565 en las costas de Labrador, Canadá; y restaurar el último atunero de madera de Donostia, el Ozentziyo, que cesó su actividad pesquera en 2015.
Para la recepción de las ayudas, los destinatarios deberán suscribir un convenio con la Dirección General de la Marina Mercante, en el que se establecerán los gastos subvencionables, su sistema de justificación y el seguimiento del grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos.

