NAVIERA ARMAS

 

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La industria naval canaria afronta el medio y largo plazo con buenas perspectivas de negocio gracias al despliegue de la energía eólica marina flotante y a las medidas de descarbonización en el transporte marítimo. El vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, constató ayer con el presidente de Astilleros Canarios (ASTICAN), German Suárez, las oportunidades que se abren en el sector, reforzadas por la reciente aprobación de un PERTE que prevé una inversión de 220 millones de euros a nivel estatal.

Rodríguez realizó una visita a los astilleros en la que constató “el alto valor añadido” de una empresa puntera en la actividad del puerto de La Luz y de Las Palmas, “que encarna la diversificación económica de la que siempre estamos hablando tanto”.

El vicepresidente destacó que la industria naval es paradigmática de esa diversificación y del empleo de calidad, lo que la convierte en una actividad estratégica para el Archipiélago, en sintonía con la importancia del propio puerto en el progreso económico y social de Gran Canaria y de Canarias.

Rodríguez elogió, en concreto, la proyección estatal e internacional de ASTICAN, una gran industria canaria que en la actualidad es el mayor astillero privado de España y el segundo después de la empresa de titularidad pública Navantia.

“Estamos ante una empresa y una actividad industrial bastante consolidada y con mucho futuro, dada su apuesta por la reparación y transformación de buques a las que obligarán las medidas de descarbonización del transporte de mercancías”, dijo el vicepresidente, quien también valoró la apuesta estratégica por el desarrollo de la energía eólica marina flotante.

“El Gobierno de Canarias -dijo- siempre apoyará aquellas actividades que nos permitan tener una economía diversificada y productiva”.

Suárez, por su parte, agradeció el hecho de que la Administración sea consciente de la importancia económica del sector naval, que es el que mayor distribución de riqueza genera en el Puerto de Las Palmas. “Por cada euro que factura el sector naval, se generan tres euros en la economía local”, precisó.

Esa redistribución obedece al modelo organizativo de ASTICAN, en la que en un solo turno pueden trabajar hasta 400 personas de unas 60 empresas diferentes.

Suárez aseguró que las políticas para la descarbonización de la economía y, en concreto, del transporte marítimo abrirán posibilidades directas e indirectas, “porque habrá que hacer reparaciones y transformaciones en los buques existente para mejorar su eficiencia energética y deberán pasar por varaderos secos como el nuestro”.

Del mismo modo, el presidente de la empresa se refirió a la oportunidad que tiene Canarias para el desarrollo de la eólica marina flotante y para contar con el que podría ser el mayor parque de Europa por capacidad. En el caso concreto de ASTICAN, su labor no sería la de fabricar turbinas o aspas, pero sí ofrecer los trabajos de manipulación, carga y descarga, acopio, montaje y ensamblaje, “cosas que no son competitivas hacerlas fuera”. Esa actividad posicionaría también al astillero para el mantenimiento futuro de las propias instalaciones eólicas.

En cualquier caso, Suárez señaló que “en Canarias, España y Europa  faltan perfiles laborales para estos trabajos especializados” y que “aunque la FP cada vez se acerca más a las necesidades reales de las empresas aún habría que hacer algo más”. En este sentido, indicó que “igual habría que bajar un peldaño más e ir a los colegios a explicar las posibilidades de futuro de las actividades que prestamos en Canarias”.