La Comisión Europea ha publicado los detalles de un plan de $ 220 mil millones a cinco años para acelerar la transición verde y alejarse de la dependencia de la energía fósil rusa. El programa, denominado REPowerEU, es una respuesta al doble desafío de la agresión rusa y el cambio climático.
Europa gasta alrededor de $ 100 mil millones por año en petróleo, gas y carbón rusos, y gran parte de los ingresos llega al presupuesto federal del Kremlin. La invasión de 300 millones de dólares por día de Moscú está financiada directamente por las ventas de petróleo y gas, lo que le da a la UE un incentivo urgente para la transición a otras fuentes de energía. Mientras apoye la defensa de Ucrania y simultáneamente envíe pagos de combustible a Rusia, Europa comprará armas para ambos lados de la guerra.
Para poner fin a la dependencia del bloque del combustible ruso, la CE pide una "transformación profunda de los procesos industriales", a través de inversiones en electrificación, hidrógeno o almacenamiento de carbono. Esto requiere aumentar la participación de la generación de energía renovable en cinco puntos porcentuales adicionales para 2030, elevando el objetivo al 45 por ciento desde el 40 por ciento. Para llegar allí, la CE quiere acelerar la instalación de parques eólicos marinos, y pide que los procesos de permisos del sitio, el principal impedimento de la industria para un desarrollo rápido, sean "dramáticamente acelerados".
Parte de esta electricidad verde se destinaría a alimentar 10 millones de toneladas de capacidad de hidrógeno renovable doméstico. Esta fuente de combustible verde se complementaría con otros 10 millones de toneladas de importaciones de hidrógeno. Para acelerar el proceso, la CE quiere reservar $ 200 millones para I + D de hidrógeno.
La comisión también propone impulsar los objetivos de eficiencia energética en el Acuerdo Verde de la UE "Apto para 55" existente, y comenzar ahora con una campaña que anime a los consumidores a reducir el uso de energía. Hasta ahora, la idea de buscar reducir la demanda de energía ha sido ampliamente vista como políticamente indeseable, ya que requiere pedirles a los votantes que cambien sus patrones de consumo.
La propuesta también pide reducir la dependencia de Europa de la cadena de suministro mundial de energías renovables. Esto incluye apoyar la fabricación nacional de células solares (actualmente dominada por China) y diversificar las fuentes de materias primas para equipos de energía verde (también dominada por China). "¿Cuál es el punto de poner fin a una dependencia si vas a quedar encerrado en otra aún más dramática?" dijo la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, en un comunicado.

