El Punto de Inspección Fronteriza, PIF, del Puerto de la Luz y de Las Palmas se ha convertido en un tapón para las mercancías que requieren de operaciones de inspección, sobre todo sanitaria, lo que provoca que los camiones que portan los contenedores deban esperar para las correspondientes revisiones jornadas enteras que convierten en absolutamente ruinoso el servicio, denuncian hoy los transportistas.

Tanto la Delegación del Gobierno, de quien depende el servicio de inspección del PIF, como la Autoridad Portuaria de Las Palmas, vienen apostando como solución a la construcción de unas nuevas instalaciones previstas para el PIF en el plazo de unos dos años, pero los transportistas exigen que se aporten medidas con carácter inmediato que permitan operar con normalidad, ya que a la falta de espacio se une la escasez de técnicos habilitados para las inspecciones, afirman.

“Es inasumible disponer de cita para revisar un contenedor a primera hora y que tenga que esperar hasta mediodía para que quede liberado, sobre todo en esta época de año donde la precampaña navideña está provocando picos de actividad por incremento de demanda para los que no se ha establecido ninguna planificación especial por parte del PIF”, aseguran los transportistas.

La Asociación de Empresas de Transporte de Mercancías, ASEMTRA, ha trasladado a la FET el enorme malestar que sufren los transportistas por jornadas perdidas que luego son imposibles de repercutir a los clientes, además de los reiterados retrasos en la entrega de mercancía al destinatario final, por lo que se están planteando la posibilidad de cesar colectivamente en la prestación de los servicios al PIF si no se garantiza un funcionamiento adaptado a la demanda actual.