NAVIERA ARMAS

 

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La falta de competitividad y de libre competencia en los puertos de España favorece el desarrollo de los puertos de países vecinos. Esta es una de las conclusiones que media docena de analistas consultados han vuelto a poner sobre la mesa estos días para demandar una reforma integral del sistema portuario de España. Estos expertos consideran que la actual coyuntura social y económica, derivada de la crisis mundial generada por la Covid-19, es propicia para afrontar una serie de cambios estructurales que coadyuvarían a potenciar la competitividad de los puertos de interés general en nuestro país, administrados, como es sabido, por Puertos del Estado.

Los analistas consideran prioritiario reducir el número de puertos de interés general y de autoridades portuarias en España. Además, proponen la gestión público-privada de los puertos y la liberalización total de los servicios de estiba y desestiba en un modelo nuevo que elimine la relación laboral especial y el control de acceso a la profesión.

Por último, los expertos creen que ha llegado el momento de ganar competitividad para hacer frente a la rivalidad emergente de puertos vecinos mediante la implantación de un modelo nuevo de concesiones públicas para los servicios técnico-náuticos que elimine los monopolios en los servicios y permita la libre competencia.

"El modelo portuario vigente en España está agotado y demanda una profunda reestructuración", señala uno de los analistas consultados, haciéndose eco de informes empresariales ya remitidos al Gobierno de España en los últimos años, informes que, de momento, no han recibido respuesta. Uno de esos informes indica que "los puertos cada vez resultan menos atractivos para los operadores debido al elevado coste de ciertos servicios y a las altas tasas portuarias. Por otra parte, el sistema ha generado una sobrecapacidad que no se eliminará en muchos años con las previsiones actuales de tráfico. El nivel de utilización del conjunto de las terminales de contenedores es tan solo del 36%, siendo más de la mitad tráfico de transbordo, muy volátil y enormemente sensible al coste".

La falta de adaptación del sistema portuario español a las nuevas condiciones del mercado, acentuadas por las consecuencias de la pandemia en el tráfico marítimo internacional, contrasta, según los expertos, con las reformas impuestas en puertos competidores ubicados en Portugal o Marruecos, "que sí han entendido la importancia y sensibilidad del coste del transbordo", concluyen.