NAVIERA ARMAS

 

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La Cámara Naviera Internacional (ICS) ha revisado su propuesta para acelerar la descarbonización del sector del transporte marítimo y ha remitido a la Organización Marítima Internacional (OMI) un nuevo documento para la creación de un fondo financiado con aportaciones obligatorias de los armadores en función de las emisiones de carbono de sus buques y un sistema de recompensas para fomentar el desarrollo y difusión de los combustibles con bajas o cero emisiones de carbono.

Según esta propuesta revisada, el fondo de sostenibilidad marítima estaría gestionado por la OMI y financiado por las contribuciones de los buques en forma de gravámenes con una ‘tarifa plana’. Para conseguir el acuerdo entre los distintos gobiernos, ICS defiende que esta contribución por tonelada de CO2 emitida por los buques puede ser fijada por la OMI en un nivel relativamente bajo y seguir siendo suficiente para reducir la diferencia de precio entre los combustibles alternativos y los convencionales. Los fondos recaudados se utilizarían para recompensar a los armadores en función de las emisiones de CO2 evitadas.

ICS propone esta vez una contribución inicial de unos 50 dólares por tonelada de fueloil marítimo consumida, que daría como resultado unos fondos totales de alrededor de 10.000 millones de dólares anuales. Esta cantidad podría ser suficiente para financiar un programa de recompensas hasta 2030 aproximadamente. Asimismo, se aportarían miles de millones de dólares para apoyar proyectos marítimos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en países en vías de desarrollo.

Una propuesta similar de ICS presentada en la última sesión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 79), celebrada el pasado mes de diciembre, tenía como objetivo un fondo de unos 5.000 millones de dólares anuales; sin embargo, no logró el acuerdo de los gobiernos para su puesta en marcha.

Según Simon Bennett, vicesecretario general de ICS, “este mecanismo de fondos y recompensas propuesto por ICS pretende ser lo más sencillo posible de establecer para la OMI. Con voluntad política, puede adoptarse fácilmente a través del actual Convenio MARPOL en 2024, de modo que nuestro compromiso de cero emisiones netas para 2050 pueda seguir siendo plausible, dado el enorme reto que supone la transición de todo el sector a nuevos combustibles y tecnologías en menos de 30 años”.